¿Quién no conoce el fotograma en blanco y negro de un cohete aterrizando en el ojo de una luna sonriente?.
La imagen forma parte de un cortometraje, "El viaje a la luna", clave en la historia del séptimo arte, una adaptación muy particular del clásico de Julio Verne, De la Tierra a la Luna (1865) y la novela de H.G. Wells, Los primeros hombres en la Luna (1901), filmado por George Méliès en 1902.
En 1993 se encontró en la filmoteca de Cataluña una copia coloreada de la película, un hallazgo increíble, porque el original había desaparecido y sólo existian copias en blanco y negro. En 2011 se estrena en Cannes el documental "Le Voyage Extraordinaire" dirigido por Serge Bromberg, un viaje a los inicios del cine y a la vida y obra de un hombre extraordinario y que documenta el costoso proceso de restauración del cortometraje, y posteriormente se exhibe la obra maestra, 15 minutos deliciosos que no os podéis perder:
La imagen forma parte de un cortometraje, "El viaje a la luna", clave en la historia del séptimo arte, una adaptación muy particular del clásico de Julio Verne, De la Tierra a la Luna (1865) y la novela de H.G. Wells, Los primeros hombres en la Luna (1901), filmado por George Méliès en 1902.
En 1993 se encontró en la filmoteca de Cataluña una copia coloreada de la película, un hallazgo increíble, porque el original había desaparecido y sólo existian copias en blanco y negro. En 2011 se estrena en Cannes el documental "Le Voyage Extraordinaire" dirigido por Serge Bromberg, un viaje a los inicios del cine y a la vida y obra de un hombre extraordinario y que documenta el costoso proceso de restauración del cortometraje, y posteriormente se exhibe la obra maestra, 15 minutos deliciosos que no os podéis perder:
Pero, ¿por qué es tan apasionante la vida y la obra de Méliès?
Georges Méliés (1861-1938) fue el creador del espectáculo cinematográfico, el pionero en la creación de mundos fantásticos y míticos, el primero en utilizar efectos especiales; en dieciséis años filmó más de 500 películas (de las cuales se conservan unas 200), pero en 1925 estaba totalmente arruinado y vendía juguetes en un pequeño kiosko de la estación de Montparnasse, en París.
George Méliès estaba destinado a ser el gerente de la zapatería de su padre, así que desarrolló su afición a la magia y los malabares en sus ratos de ocio y tuvo que esperar a 1888, cuando su progenitor abandonó el negocio, para vender sus acciones a sus hermanos y comprar el teatro Robert Houdin a los herederos de su admirado mago. Durante los siguientes siete años se dedica a crear espectáculos y trucos nuevos donde se supera cada día, hasta que en 1895, la invitación de Antoine Lumiére a la primera representación del Cinematógrafo, cambia su vida, queda tan impresionado que les hace una oferta para incluirlo en su función. Ante la negativa, el prestidigitador acaba comprando el aparato de otro inventor, Robert William Paul y el 5 de abril de 1896 proyecta las primeras películas en su teatro; eran pequeñas escenas al aire libre, documentales similares a las de los hermanos Lumière, pero él quería más, quería filmar ficción, utilizar la imaginación y crear nuevos mundos. Para ello construye el que se consideró el primer estudio de cine, una inmensa casa de vidrio para filmar a la luz del sol en la que se utilizaron sistemas mecánicos, trampillas y otros mecanismos de puesta en escena. En este lugar rodó unos 400 espectáculos/películas que eran puro ilusionismo.
Su éxito fue inmenso pero no le acompañó en la parte financiera porque sus cortos comenzaron a copiarse y distribuirse por todo el mundo sin licencia y además no escatimaba en gastos para poner en marcha los proyectos más novedosos. En 1928 León Druhot, el editor del primer Ciné Journal lo descubre en la tienda de juguetes de la estación de Montparnasse y lo presenta del nuevo al mundo: El viaje a la luna y otras películas que sobrevivieron al paso del tiempo ( 20.000 leguas de viaje submarino o Viaje a través de lo imposible) se exhibieron en los teatros de todo el mundo. D.W. Griffith, el genio del cine, declaró que se lo debía todo a Méliès. Charles Chaplin lo llamó "el alquimista de la luz". Buster Keaton, por su lado, confesó que siempre había querido filmar El hombre orquesta, de 1900, en la que siete Georges Méliès, cada uno con su instrumento, tocaban una pequeña pieza musical. Meliés por fin es reconocido como el hombre que se inventó todo el cine: el terror, la ciencia ficción, los comerciales, el color, el cine animado, las adaptaciones, los efectos especiales.
La película de 2011 "La invención de Hugo Cabret" de Martin Scorsesse y que se basa en la novela homónima de Brian Selznick es un homenaje a este gran ilusionista del cine.
Fuente: Documental "Le Voyage Extraordinaire". Serge Bromberg.
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